sábado, 4 de agosto de 2007

18 de Septiembre de 2004

Las brasas ardientes caen mientras tus manos deslizan por mi cuerpo.
Siento, se siente algo extraño, pero sé que puedo percibirlo de una manera positiva.
¿Será que eso que arde es tu corazón, o solo son las ganas de volver mi pureza una extraña metamorfosis de lo que realmente eres tú...?
Quizá solo esté errada, o no lo se, si solo pudieras darme tu corazón, se que podría cuidarlo de la manera más hermosa que existe; guardándolo siempre al lado del mío para que siempre esté junto, y así caminar juntos por siempre.

No hay comentarios: